La pandemia generada a raíz del COVID-19 está generando cambios en todos los sectores de la economía y sociedad a nivel mundial; la profundidad de dichos impactos es de tal grado, que se habla de una “nueva realidad”.
En términos generales, COVID-19 como fuerza del landscape está impactando de manera acelerada en diferentes Sistemas Socio-Técnicos (SST) y se prevee que las empresas se tendrán que adaptar de manera ágil y continua a condiciones de mercado cambiante y en cierta medida inciertas. A la par, la incorporación de tecnologías emergentes se ve favorecida al encontrar una ventana de oportunidad que da pie a la estructuración de un nuevo SST caracterizado por la digitalización.
Hablando de la industria en general y de acuerdo con una publicación reciente de Deloitte (2020), los efectos del COVID-19,por un lado están influyendo de manera significativa en la cadena de suministro creando disrupciones en muchos sectores industriales, particularmente en el de la tecnología; por otro lado, este impacto ha influido acelerando la incorporación de trabajo remoto así como el replanteamiento del sistema de producción de principio a fin.
Considerando que dicho proceso de digitalización, implica que la empresa pueda transformar total o parcialmente sus operaciones a través de la introducción de nuevas tecnologías en el marco de una estrategia digital bien definida y de acuerdo a los 7 pilares de la organización digital establecidos por Brynjolfsson y Saunder (2010) incluyen aspectos relacionados con el capital humano, acceso a la información y cultura corporativa y que el primer paso para la empresa es, moverse de procesos análogos a procesos digitales. Los mencionados autores, señalan que la clave de la digitalización, es mudar el mayor número posible de procesos al entorno digital, lo que permitirá que por un lado, las empresas se liberen de las limitaciones físicas y por otro, conlleva que sea más sencillo rastrear indicadores clave de las mismas.
Así pues, la pandemia antes mencionada ha impacto de manera rápida y acelerada en al menos 3 pilares (transicionar a procesos digitales, acceso a la información y recursos humanos) propuestos por Brynjolfsson y Saunder, es decir, los relacionados con algunos procesos análogos (como la mercadotecnia, ventas y en algunos casos producción) así como la adaptación para que el recurso humano trabaje en entornos remotos y/o digitales. En mayor o menor medida, prácticamente todas las industrias han participado de esta digitalización y de acuerdo con estimaciones realizadas por McKensey (2020), en los 3 meses de la pandemia se ha avanzado el equivalente a 5 años en términos de adopción digital, es decir, visto desde el cliente/usuario.
La Transformación Digital llegó para quedarse y hoy en día resulta claro que independientemente del sector del que se trate, la pregunta no es si digitalizar o no, algunos (o todos) los procesos de la empresa, la cuestión es ¿cómo y por dónde empezar a fin de elevar la competitividad aprovechando la ventana de oportunidad dadas las presiones del landscape?
Fuentes:
- Brynjolfsson, Erik y Saunders, Adam (2010). Weird for innovation, how information technology is reshaping the economy. The MIT Press Cambridge, Massachusetts London, England
- Dodgson, M., Gann, D. y Salter, A. (2008). The management of technological innovation. Strategy and practice. Oxford. Oxford University Press.
- McKinsey (2020), The COVID-19 recovery will be digital: a plan for the first 90 days. Consultado el: 05 de Junio de 2020. Consultado en: https://www.mckinsey.com
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